El Fin Del Mundo

Faltan 5 minutos para el fin del mundo.

La gente esta demasiado tranquila. Todos inmóviles esperando que acabe el sufrimiento. Se supone que estos momentos son únicos. Se supone que haces lo que nunca te atreviste. Eso creía. Cuando llega el momento solo te quedas estático. Nadie habla, solo discurre lágrimas en ciertos ojos.

-¿Te arrepientes de algo.-

-No-

-Yo tampoco.-

-Pensandolo bien. Me arrepiento de muchas cosas?-

-¿Cómo?-

-De no hacer nada importante. Desaparezco, sin cumplir mis sueños. Nada nos extrañara.-

-Que importa. El planeta dejará existir-

-No. Nuestro paso por él es lo que vamos a perder.-

-No quiero perderte.- Tocá su mano.

Sunset

Eitan vibra al calor de la música, se retuerce de manera loca y sigue los estribillos con sus suelas.

-Ahora vamos a tocar nuestro ultimo sencillo.-Grita el cantante. (The sunset you and me in the sunset) 1 2 3 sigue la música.

-¡Eitan Eitan!- El aire es nulo y a lo lejos se percibe simplemente niebla. Las luces del recinto se prende.

-¡Eitan puta madre contesta!- Es oficial, no responde.

Eitan se levanta bruscamente-The sunset you and me in the sunset- se desploma.

-Qué mal canta.-

-Que esperabas, trae la camilla.-

Parecen Sueños

Nos perdemos en todos lados.

Nos olvidamos del pasado.

Nos agarramos la mano.

Nos perdemos en fantasia infantiles e inconscientes.

Nos olvidamos de nosotros mismos.

Nos tocamos lenta y torpemente.

Nos perdemos en pasiones.

Nos olvidamos de la vida diaria.

Nos vemos a los ojos.

Parecen sueños.

Sabor

Bajo mis infundados tormentos interiores esperaba tu regreso. Fueron días largos y lo único que me daba un poco de alivio eran tus usuales y cortos mensajes. En mi mente inspeccionaba nuestra vida juntos. Volaba entre recuerdos y al mismo tiempo creaba nuevos. Pensaba en ti en todo el día, en todo momento.

Llegaste, torpemente te di un beso. No fue tu indiferente reacción lo que me alarmo.

Fue su sabor.

Ojos

Going back to the suburbs, building brick by brick.

Creo que es muy rápido, tal vez demasiado rápido. Teníamos que esperar algunos años para que no fuera tan precipitado. No solo lo habíamos intentado anteriormente. No solo tenia una edad mucho mayor a la tuya. No solo lo intentamos por fracasos sentimentales que nos oprimían. No solo dudaba de lo que hacíamos.

Solo te amaba. Solo podia quedarme sentado horas viendo tus ondulados ojos.

Lo siento, solo cometí ese error.

El hombre sin manos

El sonido es realmente desagradable. Es lo único que no soporto del metro, ese sonido que genera al moverse estación a estación, ese pequeño silbidito que todos logran ignorar excluyendolo. Era un día normal, Paolo se aprestaba a llegar a su trabajo. Cerraba los ojos cansados y dormitaba en el asiento vacío. Se despertó tras pasarse de su estación correspondiente. Volvería llegar tarde al trabajo. En ese preciso instante el hombre sin manos entraba impetuosa y caballerosamente. De manera tambaleante empezó a pedir limosna. Paolo llegaba a su destino. Se ruborizaba inmediatamente. No podía dejar de pensar como el desdichado hombre tomaba las limosnas, sino contaba con manos para sostener esa pequeña cantidad de infortunio.

El Hombre Sin Cabeza

El hombre sin cabeza camina por la calle cabizbajo. Desde que termino su larga relación con Miranda, esa sonrisa característica que poseía había desparecido lentamente. Ella seguía trabajando en el mismo café. El hombre sin cabeza recordaba todo el tiempo el día que la conoció. Llevaba meses sin trabajo y el dinero de la herencia no iba a durar toda la vida, su mejor amigo el hombre sin sentimientos(ejecutivo) lo cito en dichosa cafetería.

-Armando esto no puede seguir así-decía el ejecutivo de manera efusiva.

-Claro- no apartaba la mirada de la chica en el mostrador

Desesperado-Esta acabado, su deuda con nosotros llega a las 9 cifras.-

Ni el desinterés del amante después de un poco de sexo era tan consistente.-Si esta bien. ¿Hay algo que pueda hacer?-

De un día al otro, Armando se había convertido en el hombre sin cabeza. En un hombre enamorado.