¿Eres?

Una portada. Esa superficie lisa, que con diferentes paradigmas nos invita a la compra. Entre más rara y estrambótica sea la misma, nos llama la atención su contenido. Ésta perfecta en todo son sentido, su arte refería de manera simple el trasfondo de la obra: una mujer con el rostro desdibujado tomaba un vaso de leche, mientras un ligero río de sangre se dejaba ver por el interior de la portezuela.

Sansón rompió el plástico que apartaba al libro de la realidad. Leyó las primeras lineas. Hizo una ligera mueca y dejó el libro en su lugar. No iba a perder el tiempo, leyendo las pavadas de un franchute pseudo-escritor. Prendió el cigarro y se hecho a andar.