domingo, 9 de mayo de 2010

Breve Introducción

No me gustaría empezar este viaje con lo cotidiano. Quiero empezar con un monologo, escrito por Luis Martín Santos, escritor español revolucionario en la prosa que tuvo una penosa muerte prematura. Creo que las palabras no tienen sentido, hasta que las relacionas con el vaivén de un buen libro o el lirismo de una canción. Este escrito es claramente un ejemplo del primero.
"No pensar. No hay que pensar en lo que ya está hecho. Es inútil intentar recorrer otra vez los errores que uno a cometido. Todos los hombres cometen errores. Todos los hombres se equivocan. Todos los hombre buscan su perdición por un camino complicado o sencillo. Dibujar la sirena con la mancha de la pared. La pared parece una sirena. Tiene la cabellera caída por la espalda. Con un hierrito del cordón del zapato que se le ha caído a alguien al que no le quitaron los cordones, se puede rascar la pared e ir dando forma al dibujo, sugerido por la mancha. Siempre he sido mal dibujante. Tiene una cola corta de pescado pequeño. No es una sirena corriente. Desde aquí, tumbado, la sirena puede mirarme. Estás bien, estás bien. No te puede pasar nada porque tú no has hecho nada. No te puede pasar nada. Se tienen que dar cuenta de qué tu no has hecho nada. Está claro que tú no has hecho nada.
¿Por qué tuviste que beber tanto aquella noche?¿Por qué tuviste que hacerlo borracho, completamente borracho? Está prohibido conducir borracho y tú...tú... No pienses. Estás aquí bien. Todo da igual; aquí estas tranquilo, tranquilo, tranquilizándote poco a poco. Es una aventura. Tu experiencia se amplía. Ahora sabes más que antes. Sabrás mucho más de todo que antes, sabrás lo que han sentido otros, lo que es estar ahí abajo donde tú sabías que había otros y nunca ce lo podías imaginar.Tú enriqueces tu experiencia. Llegas a conocer mejor lo que eres, de lo que eres capaz. Si realmente eres un miedoso, si te aterrorizas. Si te pueden. Lo que es el miedo. Lo que el hombre sigue siendo desde detrás del miedo, desde abajo del miedo, al otro lado de la frontera del miedo. Que eres capaz de vivir tranquilo todavía, de estar aquí serenamente. Si estás aquí serenamente no es un fracaso. Triunfos del miedo. El hombre imperturbable, el que sigue siendo imperturbable, entero , puede decir que triunfa, aunque todos, todos, todos crean que está cagado de miedo, que es una piltrafa, un gusarapo. Si guarda su fondo de libertad que le permite elegir lo que le pasa, elegir lo que le está aplastando. Decir: quiero, sí, quiero sí, quiero, quiero, quiero estar aquí porque quiero lo que ocurre, quiero lo que es, quiero de verdad, quiero, sinceramente quiero está bien así. "¿Qué es lo que pide todo placer? Pide profunda, profunda eternidad." (Luis Martín Santos)


No hay comentarios:

Publicar un comentario